Recostado aquí en mi cama,
tengo el pensamiento fijo en ti
y me dan ganas de cogerte y apretarte
lo más fuerte que pueda
debido a lo que sucedió la noche pasada
me dan muchas ganas de apretarte…
La noche caliente y tranquila me deja más angustiado.
Apareciste; y todo pasó en esta cama.
Rápido te aproximaste, sin ningún pudor
te acercaste a mi cuerpo desnudo.
Percibiendo mi indiferencia te acercaste más y más.
Mordías mi cuerpo sin ningún escrúpulo,
hasta mis partes más íntimas
¡me enloqueciste hasta que me dormí!
Hoy, cuando desperté, te busqué desesperadamente…
pero no te encontré.
Por toda la sábana había rastros de lo ocurrido
durante esa noche.
En mi cuerpo dejaste marcas para que
yo no me olvidara de ti.
Esta noche voy a acostarme temprano y te esperaré…
Cuando llegues, ni siquiera quiero pensar en la rapidez
que tendré cuanto te acerques a mí.
Voy a saltar y te agarraré con toda mi fuerza
para que no escapes más de mí.
Quiero apretar todo tu cuerpo… sólo descansaré
cuando sienta la sangre caliente de tu cuerpo.
Sólo así podré librarme de ti.
¡Pinche mosquito, hijo de la chingada!